Cánceres de Sangre

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Leucemia

La leucemia es un cáncer de los temprano tejidos formadores de sangre, como la médula ósea o el sistema linfático. Por lo general, afecta los glóbulos blancos que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones. Hay varios tipos de leucemia identificados por la velocidad de crecimiento: agudo (más rápido) o crónico (más lento). Ciertos tipos de leucemia pueden ser más comunes entre diferentes grupos de edad.

Síntomas

Los síntomas o signos de la leucemia pueden variar. Si percibe estos síntomas, hable con su médico:

  • fiebre o escalofríos;
  • fatiga persistente y/o debilidad;
  • infecciones frecuentes o severas;
  • perder peso, involuntariamente;
  • ganglios linfáticos inflamados, agrandamiento del hígado o del bazo;
  • fácil sangrado o moretones;
  • sangrado nasal recurrente;
  • pequeñas manchas rojas en la piel (petequias);
  • sudoración excesiva, especialmente por la noche; o
  • dolor o sensibilidad en los huesos.

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Linfoma

El linfoma se refiere a los cánceres que comienzan en el sistema linfático (los tejidos y órganos que producen, almacenan y transportan glóbulos blancos que combaten infecciones). Los dos principales tipos de linfoma son:

  1. Linfoma de Hodgkin: se propaga ordenadamente de un grupo de ganglios linfáticos a otro.
  2. Linfoma no Hodgkin: se propaga esporádicamente a través del sistema linfático de forma desordenada.

Ciertas poblaciones tienen un mayor riesgo de desarrollar linfoma, específicamente:

  • Los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de desarrollar linfoma.
  • Las personas de raza blanca tienen más probabilidades de desarrollar linfoma no Hodgkin.
  • Los adolescentes, los adultos jóvenes (de 15 a 39 años) y los adultos mayores (de 75 años y más) está en riesgo de desarrollar linfoma de Hodgkin.

Síntomas

Los síntomas del linfoma de Hodgkin y del linfoma no Hodgkin generalmente incluyen inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en el área del cuerpo donde el linfoma comienza a crecer. Hable con su médico si tiene alguno de estos síntomas:

  • ganglios linfáticos inflamados;
  • fiebre;
  • sudores nocturnos;
  • cansancio; o
  • pérdida de peso inexplicable.

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